viernes, 14 de diciembre de 2007

AMIGO

Los siguientes son unos versos que te escribí en los tiempos de doña Macarena y de todas las doñas de aquel colegio que nos juntó amigo, por alguna razón extraña jamás te los mostré, así que ahora reparo aquel error.
En la distancia entonces, un abrazo perro...

Querido amigo
¿Por qué te escondes en pesares
Y ocultas tu desgarro en palabras?
Dime cómo sacas versos del caldero ardiente
Ven aquí y respóndeme
Bien sabes que la vida es así
No podemos cambiarla
Pone los pies en tierra y no mires al cielo
Camina y recorre esta senda
Podría decirte qué hacer, más no podría
No puedo hablarte sino de mi túnel
Continúa tu ruta
Observa los árboles, los pájaros
Y asómbrate con las nubes
Recoge y deléitate con los frutos
Mira cómo las hojas juegan con las bardas
Recibe la bendición de Apolo
Bebe los jugos de Dionisio
Venus te esperará en algún rincón
¡Qué consejo, no me pidas consejo!
Escucha tu poesía
Toma los versos de tu caldero hirviente
Entrégaselos a ella
Atácala con infusión de besos
No te inmovilices, da el paso
Basta sólo uno y llegarás a Ítaca
El cielo se toca con las manos
No con la boca
Toma tus poemas y hazlos tuyo
Conviértelos en verdad, en vida
Iracundo y falaz amigo
Toma mis palabras y olvídalas
Recuerda siempre que somos vida,
Nada más
Recuerda siempre que vida es esto
Y nada más
Y recuerda siempre lo que somos
Aquello que nos pertenece amigo:

Cenizas de existencia, sombra, recuerdo y nada más...



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