martes, 13 de febrero de 2007

POEMA 10

Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

Pablo Neruda, 1924

Creo que los versos hablan por si solos, pero de todas maneras hay que dejar que mis palabras hablen con la poesía de Neruda: Estoy triste porque el amor que creia cerca se va poco a poco y cuando las distancias se agigantan mi tristeza melancólica me consume en todas las tardes y cada noche cuando mis párpados se despiden de la noche amarga en que me sumergo...