domingo, 4 de agosto de 2013

PIJAMASURF: Siendo luz: el tiempo desde la perspectiva de un fotón

Para un fotón el tiempo no existe: un viaje a través del universo se realiza en un sólo instante. Quizás no sea desatinado decir que la eternidad existe y es la luz.

HAIL holy light, offspring of Heav’n first-born,
Or of th’ Eternal Coeternal beam
May I express thee unblam’d? since God is light,
And never but in unapproachèd light
Dwelt from Eternitie, dwelt then in thee, 
Bright effluence of bright essence increate.
John Milton, Paradise Lost

La luz es el primer animal visible de lo invisible.
José Lezama Lima

La teoría de la relatividad de Einstein sostiene que el tiempo es un fenómeno interrelacionado con el movimiento y la posición de un sistema de referencia, es relativo. No existe el tiempo como un ente abstracto independiente, existe el espaciotiempo, un continuum integral que funge como la arena o el acuario donde ocurre el universo.
La relatividad del tiempo produce efectos paradójicos como el famoso caso teórico de los dos gemelos que viven en la Tierra. Uno de los hermanos viaja en una nave por el cosmos a una velocidad cercana a la de la luz y regresa a la Tierra. Cuando el gemelo astronauta se encuentra con su  gemelo descubre que su hermano ha envejecido más que él . Esto sucede porque una vez que algo se acerca a la velocidad de la luz el tiempo se vuelve más lento. Y a la velocidad de la luz el tiempo simplemente deja de correr.
Desde la perspectiva de un fotón, es emitido y reabsorbido en el mismo instante. Esto es igual para un fotón emitido en el núcleo del Sol,  que puede ser reabsorbido al cruzar apenas un milímetro de distancia, o para un fotón que ha viajado 13 mil millones de años, desde la superficie de una de las primeras estrellas del universo, y entra en contacto con un cuerpo. Pero como el tiempo y el espacio son  dos aspectos de lo mismo, para un fotón tampoco existe la distancia, por lo cual sigue estando en esa primera estrella o sigue estando en el Sol a la vez que entra a tus ojos (y entonces tus ojos están en el Sol). Un único e inmenso instante inseparable es todo el universo para la luz.
Platón definió el tiempo como la “imagen en movimiento de la eternidad”; el universo como una película arquetípica que se proyecta a través de la luz. Y si alguien pudiera ser solo luz o la luz fuera consciente de sí misma, entonces percibiría todas las cosas sucediendo al mismo tiempo, desde todos los ángulos, vería toda la película en un fotograma.
Pero curiosa o místicamente resulta que nosotros estamos hechos de luz —o quizás sería más apropiado decir que la luz es la que nos hace  a nosotros. En 1920 el embriólogo ruso Alexander Gurwitsch descubrió que los seres vivos emiten fotones “ultra-débiles” dentro del espectro ultravioleta. Gurwitsch los llamó “rayos mitogénicos”, ya que creía que estos fotones tenían un papel importante en la división celular del campo morfogenético, es decir, en el desarrollo de la estructura morfológica de un ser vivo.
En la década de los 70 el profesor Fritz Albert Popp descubrió que esta emisión de luz, a la que llamó biofotones, se presentaba en un rango de entre 200 y 800 nm y que exhibía un patrón periódico y coherente. Popp teorizó que los biofotones son producidos por el ADN en el núcleo de las células. Esto fue demostrado en los años ochenta, como relata el Dr. Jeremy Narby en su libro The Cosmic Serpent:
«Como el axis mundi de las tradiciones chamánicas, el ADN tiene una forma de escalera torcida (o una viña); de acuerdo a mi hipótesis, el ADN era, como el axis mundi, la fuente del conocimiento y las visiones chamánicas. Para estar seguro tenía que entender cómo el ADN podía transmitir información visual. Sabía que emitía fotones, que son ondas elctromagnéticas, y me acordé de lo que Carlos Perez Shuma me había dicho cuando comparó a los espíritus con ‘ondas de radio’. Una vez que prendes la radio, las puedes sintonizar. Es lo mismo con los espíritus; con la ayahuasca los puedes ver y escuchar. Así que investigue la literatura sobre fotones de origen biológico [...]».
Narby, que en el libro citado fórmula la hipótesis de que el ADN es la serpiente que aparece con frecuencia en los mitos de creación de diferentes culturas, cree que el ADN contiene  un tipo de láser holográfico:
«De acuerdo a los investigadores que los midieron[...] [los biofotones] tienen un alto nivel de coherencia, comparables con campos técnicos (láser). 
»Llegué a entender que en una fuente coherente de luz, la cantidad de fotones emitidos puede variar, pero el intervalo permanece constante. El ADN emite fotones con tal regularidad que los investigadores comparan el fenómeno con un ‘láser ultra-débil’.
»Le pregunte a mi amigo experto, quien me explicó: ‘Una fuente coherente de luz, como un láser, da la sensación de colores brillantes, una luminiscencia, y una impresión de profundidad holográfica’».
Narby considera que las alucinaciones y visiones de sanación que experimentan los chamanes son provocadas por la emisión coherente de biofotones del ADN que ocurre cuando las plantas que contienen DMT  activan ciertos receptores en cerebro.«Esta es la fuente del conocimiento: el ADN, viviendo en el agua y emitiendo fotones, como un dragón acuático escupiendo fuego».
Esta transmisión de biofotones que en el caso anterior parece ser responsable de transmitir imágenes —a través de los cuales los chamanes obtienen conocimientos o son usadas para sanar— posiblemente también sea el sistema por el cual se comunican las células  y se difunde la información contenida en el ADN a través de todo un organismo.
En 1974  el Dr. V.P. Kaznacheyev anunció que había detectado comunicación intracelular a través de estos fotones biológicos. Fritz Albert Popp desarrolló una máquina para medir las emisiones de biofotones y  descubrió que los pacientes que tenían cáncer habían perdido sus ritmos naturales y su coherencia. En cierta forma sus líneas de comunicación se habían obstruido.
Recientemente el premio Nobel de medicina Luc Montagnier encontró “una nueva propiedad de ADN M. pirum: la emisión de ondas de baja frecuencia en algunas diluciones de agua  que  se extendió rápidamente a otro ADN bacterial y viral”. Montagnier y su equipo sugieren que el ADN emite señales electromagnéticas que imprimen la estructura del ADN en otras moléculas. En cierta forma esto significa que el ADN se puede autoproyectar de una célula a otra, donde se realizan copias, en una especie de transmisión cuántica de material genético. Otros estudios también sugieren que el ADN exhibe un tipo de comunicación telepática que permite coordinar al instante los programas genéticos.
Aquí es donde el asunto se pone interesante. Como sabemos los fotones son partículas que forman entrelazamientos cuánticos, son sistemas que no obstante la distancia a la que se encuentren reaccionan instantáneamente de manera conjunta. De tal forma que, por increíble que parezca, una medición realizada a un fotón en Orión tendría un efecto inmediato en un fotón en la Tierra si estos se encontraran en un estado de entrelazamiento cuántico. Esto en teoría acaba con el concepto de individualidad en lo que respecta a las partículas subatómicas, ya que se encuentran inseparablemente ligadas (y si consideramos que  todas las cosas están hechas de estas mismas partículas prácticamente se aniquila la noción de individuos separados). Hablando de la luz es atinado decir que una sola luz es todas las luces —todos los fuegos, el fuego— y que estamos interpenetrados de eternidad.
Resulta efectivo y elegante entonces que el ADN utilice a los fotones como sistema de comunicación (la luz como Logos), precisamente porque esta es la única forma de estar totalmente sincronizado, de otra forma, aunque minúsculo, habría un retardo en la transmisión de información, lo cual podría significar una falta de coordinación operativa en el desarrollo de un programa de vida.
Tal vez no sea casualidad que el descubridor de los biofotones, Alexander Gurwitsch, creyera que estas emisiones de luz estaban ligadas al desarrollo de estructuras morfológicas u órganos al detonar una serie de señales bioquímicas que sirven como comandos de bioprogramación. Esta teoría de los campos morfogenéticos de Gurwitsch fue reformulada por el biólogo Rupert Sheldrake en su teoría de la causación formativa. Sheldrake considera que existen campos mórficos —es decir, campos que dan forma, campos de in-formación— que organizan y dan estructura a una especie. Estos campos operan a través de una resonancia, que se transmite como una onda por toda una especie biológica.  El ADN funciona así como una antena que emite y  recibe información a distancia y quizás este sistema de comunicación solo sea posible a través de un sistema de entrelazamiento cuántico, vía la luz. 
Existe otro sistema de comunicación cuántica similar: el cerebro humano. En su teoría del principio holonómico el neurofísico Karl Pribram sugiere que la memoria no está almacenada en las neuronas sino en todo el cerebro, en los patrones de interferencia de ondas electromagnéticas, de manera holográfica. Si la conciencia es un fenómeno cuántico, como creen  Roger Penrose y Stuart Hameroff, es posible que esta esté sustentada en los patrones de intercomunicación fotónica: sea un diálogo entre la luz.
“Bajo condiciones normales la conciencia ocurre en el nivel fundamental de la geometría del espacio-tiempo confinado al cerebro. Pero cuando el metabolismo que conduce la coherencia cuántica (en microtúbulos) se pierde, la información cuántica se filtra hacia la geometría del espacio-tiempo en el universo como totalidad. Siendo holográfica y entrelazada, no se disipa. De ahí que la conciencia (o la subconciencia, como la de un sueño) pueda persistir”, dice Hameroff.
Si la conciencia es también un sistema de entrelazamiento cuántico es posible que su andamiaje, su cableo (aunque inalámbrico) sea la luz (el cable del espíritu). Recordemos que la luz y la información, como la materia y la energía, son convertibles. En cierta forma la luz es el respaldo de la memoria del universo  ya que en ella el pasado, el presente y el futuro están ocurriendo en este  único momento y por lo tanto son accesibles a través de ella. La creación y la destrucción, el Big Bang y el Apocalipsis Universal son, al menos para el fotón, aquí y ahora, lo mismo. 
Algunas doctrinas dentro de la filosofía oriental consideran que el universo es la manifestación (sueño o explosión) de un único ser para experimentarse de todas las formas concebibles. Escribe Sri Aurobindo:
«Preguntas cuál es el principio de todo esto:
Y es esto…
La existencia que se multiplicó por sí misma
Por el puro deleite de ser
Y se proyectó en trillones de seres
Para que pudiera encontrarse a sí misma
Innumerablemente».
¿Cómo podría mantener su unidad esta existencia que se multiplicó, cómo podría ser uno y muchos a la vez si no es a través de las propiedades cuánticas de la luz?  Aunque no podamos probar científicamente que la luz es lo que organiza la conciencia en el universo —¿la red sináptica de la mente de Dios?— , que el fotón tiene una “perspectiva” o que es un pequeño ojo a través del cual la divinidad se mira a sí misma, al menos la intuición sugiere que es la luz la que comunica y preserva la unidad de todas las cosas.  Y quizás la trascendencia espiritual descrita como “la iluminación” por distintas culturas sea un fenómeno donde literalmente la luz obtiene conciencia de sí misma y percibe su eternidad. 



sábado, 2 de marzo de 2013

The New York Times: Slow-Burning Challenge to Chile on Easter Island

HANGA ROA, Easter Island — Not long ago, as some elders of the Rapanui people wistfully recall, a sense of profound isolation pervaded this windswept speck of land in the Pacific. Horses were the dominant mode of transportation, flights to the outside world were few and far between, and the island’s Polynesian language enjoyed dominance in most spheres of life. 
Now, so many cars roam the roads of this fragile island (it is smaller than Martha’s Vineyard) that Rapanui grimly joke how they may outnumber the moai, the prized towering statues their ancestors carved from volcanic tuff, beguiling archaeologists. Spanish, the language of Chile, which annexed Easter Island in 1888, now prevails across much of the island. New luxury hotels catering to rich Chileans and moneyed foreign visitors charge $1,100 a night, accentuating a festering income gap.
And there is yet another feature of life in Chile, a nation grappling with fierce antigovernment protests by students and indigenous groups, which has made it here: violent clashes with security forces.
Inspired by other parts of Polynesia that have obtained a considerable degree of political autonomy or are in the process of seeking independence, leaders of the Rapanui people are mounting a slow-burning rebellion against Chile. Their movement on the island — which they call Rapa Nui, not Easter Island — presents a unique test for a Latin American country: quelling a challenge to its rule in the middle of the South Pacific.
“Our nearest border is with the Pitcairn Islands, not Chile,” said Leviante Araki, 54, president of the Rapa Nui Parliament, a pro-independence organization, referring to the British overseas territory more than 1,200 miles to the west.
Newcomers from mainland Chile, which is almost twice that distance in the other direction, are fueling a sharp increase in Easter Island’s population, increasing it by 54 percent to 5,800 over the last decade. Continentals, as mainland Chileans are called here, now slightly outnumber Rapanui on the island, at about 3,000 to 2,800, according to the mayor, Luz Zasso Paoa.
Protests here have crystallized around the thwarted efforts by one prominent Rapanui clan, the Hitorangi, to reclaim land on which a luxury hotel was recently completed. But other sources of ire among the Rapanui have also emerged, including bitterness over privileges like subsidized housing that have been extended to some mainland Chileans, competition for jobs in the lucrative tourism trade and the mainland’s control over the island’s affairs.
Security forces violently evicted Rapanui protesters in 2010 who had occupied buildings and other sites. Images captured on cellphone cameras showed bloodstained Rapanui, drawing admonition from the United Nations last year over the use of force to resolve the island’s problems. Though the situation has calmed somewhat since then, nonviolent protests by the Rapanui have continued well into this year.
Despite the agitation, Easter Island still awes. Nearly a thousand monolithic moai remain strewed around volcanic craters and sandy shorelines, guarding the secrets of an island settled more than nine centuries ago by Polynesian explorers. Clusters of horses wildly roam the hills, as if Easter Island belonged to them.
But unresolved disputes over land and sovereignty, between the Rapanui and continentals — and even among some of the Rapanui themselves — are clouding this superficially easygoing outpost. Rather than subjugating the autonomy movement, the crackdowns seem to have added to the resentment here, with the Rapa Nui Parliament now taking its fight to the courts by filing a lawsuit on the mainland this year seeking independence.
The group says the island’s annexation, under an 1888 treaty, was made illegitimate by Chile’s inequitable administration of it, including the removal of Rapanui from ancestral lands, their forced confinement to the town of Hanga Roa and the leasing of almost the entire island for decades to the Williamson-Balfour Company, a Scottish sheep-ranching concern.
Some Rapanui contend that their last king, Simeón Riro Kainga, was poisoned in 1898 during a visit to Chile’s coast. The Rapa Nui Parliament last year unilaterally declared Valentino Riroroko Tuki, the 81-year-old grandson of the last monarch, as the new king, a step in its legal battle to void the annexation treaty. Still, other Rapanui groups have their own aspirants to the throne, reflecting the island’s fractious internal politics.
“This island was operated like a concentration camp,” said Mr. Riroroko Tuki, a mild-mannered farmer who gained fame for resisting oppressive rule in the 1950s, when Chile’s Navy prohibited Rapanui from leaving the island and publicly flogged islanders as punishment. He escaped on a fishing boat to the Cook Islands, more than 3,200 miles away. 
Leaders of the Rapa Nui Parliament said they fully expected to lose the independence lawsuit on the mainland, viewing it as a step to pursue the claims in venues like the International Court of Justice. They are drawing inspiration from similar movements elsewhere in Polynesia, which may seem far-fetched in mainland Chile but not in the shifting political winds of the Pacific. 
One model under study here is the Cook Islands, a self-governing parliamentary democracy in a “free association” with New Zealand. Another is New Caledonia, a French overseas territory where France is grappling with an independence movement.
Still, pro-independence sentiment, while supported by sizable factions of Rapanui, is by no means unanimous. Alberto Hotus, head of the Council of Elders, from which the Rapa Nui Parliament splintered off, pointed out that the island still depended on Chile for its health care, food, telecommunications and flights to the mainland.
“If we cut ties to Chile,” he said, “we will return to eating pasture.”
The authorities on the mainland are cautiously following the talk of independence. Carlos Llancaqueo, President Sebastián Piñera’s commissioner to Easter Island, said officials were well aware of the island’s problems and were moving ahead with plans to improve the power grid, potable water systems and bilingual education in both the Rapa Nui language and Spanish.
Additionally, Mr. Llancaqueo said new legislation governing migration and residency was under preparation, but Chile’s Constitution required the Rapanui people to be consulted before the law is enacted, a process just getting under way. He said another proposal would give Easter Island greater control over its own finances, though the idea has languished for years; as it stands, the island is a province of the Region of Valparaíso, so decisions regarding funds for everything from education to infrastructure are made on the mainland, a five-hour flight away.
“What is concrete are the very important problems affecting the island, which after 50 years of neglect this government is addressing, despite the political cost,” Mr. Llancaqueo said. He described the pro-independence lawsuit as “a subject for the future,” calling the Parliament “just one organization among many” representing Rapanui views.
While such divisions persist, the Rapanui have endured bigger problems in the past. They grappled in the 1870s with the megalomaniacal rule of a French mariner, Jean-Baptiste Dutroux-Bornier, a tyrant to rival Conrad’s Kurtz. Devastated by Peruvian slaving raids and a smallpox epidemic, their population dwindled to as low as 111 before Chile annexed the island, imposing austere military rule for decades.
The movement here is unfolding at a time when a major rethinking of Easter Island’s history is emerging, with scholars rejecting theories that the ancient Rapanui overexploited resources like trees, suggesting instead that they pioneered sustainable fertilization techniques on an island with poor soil. “Before the arrival of Europeans, the Rapanui succeeded in total isolation in a highly challenging environment,” said Terry Hunt, an anthropologist at the University of Hawaii. “Now, they are vulnerable because the island is not solving its problems locally.”
Making matters more complex, disputes fester over squatting on ancestral land, and intermarriage is increasingly common.
“The Chileans treated us like dogs, and now we want what is ours,” said Lorenzo Tepano, 58, a fisherman who, with his wife, lives as a squatter in a wooden shack in the Rapa Nui National Park, just steps away from some of the monolithic stone figures lined up near the shore. As Mr. Tepano denounced Chile, his son-in-law, a continental, sat next to him, gazing at the waves and quietly sipping a beer. 

viernes, 1 de febrero de 2013

El Clarín de Chile: El silencio de los economistas


Ante las cifras positivas de crecimiento económico y bajo desempleo del 2012, ningún economista vinculado a los 4 gobiernos de la Concertación ha dado opinión alguna. ¿Están desconcertados? ¿Prefieren no emitir opinión para no arriesgar su futuro en el próximo gobierno? ¿O realmente no hay explicación alguna?

La explicación más tímida y complaciente es que los gobiernos de la Concertación y sus economistas prepararon el terreno para estas cifras y que de ello se aprovechó la Derecha.

Nadie se traga ese argumento. Además ¿Cuáles fueran esas medidas preparatorias?

Hay un hecho cierto, y es que el terremoto del 2010 obligó al gobierno de la Alianza a aplicar medidas keynesianas que se salieron totalmente de la prédica neoliberal:

Fuerte inversión en infraestructura, caminos, puentes, puertos y viviendas sociales destruidas.

Aumento del impuesto a la renta de las empresas para financiar ese gasto.

O sea, el gobierno Piñera se salió de las normas estrictas del libre mercado, para aplicar un estímulo fuerte a la economía. Tal vez de ahí el enojo del Senador Novoa, que percibe que no se respetaron los principios económicos de la derecha.

No podemos olvidar que el gobierno Bachelet, también, sin terremoto , repartió bonos e impulsó el gasto de consumo de la gente de menos recursos. Pero no se logró ni acelerar el crecimiento, ni disminuir la cesantía.

Analicemos lo que podemos llamar la sintonía fina: Serían las acciones en la microeconomía las que están dando resultados. O sea,

facilidad para constituir pequeñas empresas.

Mejores fuentes de crédito para financiar lo que se llama "innovaciones".

Mejorar las leyes de quiebra para no penalizar a quienes se arriesgan con empresas innovativas.

Y , tal vez, digitalizar los trámites que se exigen en las oficinas públicas para disminuir el tiempo perdido en colas y burocracia. Resumen: Internet.

Muchas de esas medidas se estaban implementando en el gobierno Bachelet y es dudoso que su impacto pueda producirse en el tan corto plazo de éste gobierno. Además, ¿cuál es el efecto productivo de las nuevas pequeñas empresas? Hace falta un estudio que analice y clasifique a que se dedican las nuevas empresas.

Las recientes cifras indican que el consumo ha crecido más rápidamente que el PIB ( 6%), En cambio la producción industrial , sólo lo ha hecho en un 2%.-

Tendríamos que llegar a la conclusión que la creación de empresas pequeñas está afectando rápidamente el empleo disminuyendo la cesantía, pero no incrementan la producción en general. Más bien generan consumo que en gran parte se orienta a las importaciones.

Y aquí llegamos al otro factor económico.

El gran flujo de inversiones extranjeras en el sector minero que alcanzaron el año pasado a casi 22.000 millones de dólares.

No se conoce en detalle como esas inversiones actúan sobre el PIB. ¿Se depositan en bancos en moneda chilena , o en divisas? ¿Se ocupan para adquirir maquinaria y equipo en el exterior y se hacen las transferencias apenas aprobadas las nuevas inversiones?.¿Contratan personal técnico de inmediato?¿se colocan pedidos a través de los representantes de las grandes marcas internacionales, lo que significa una utilidad para los importadores nacionales y su personal? Lo que refuerza el consumo en el mercado doméstico.

¿O todos los factores anteriores, han actuado simultáneamente para producir un resultado virtuoso?

Hay un desafío teórico para nuestros economistas y académicos .También para los principales candidatos a dirigir el Ministerio de Hacienda en el próximo gobierno .¡Porque lo que efectivamente ha quedado demostrado es que aumentar el impuesto a la renta a las empresas , NO atenta contra el crecimiento! ¡Y esa fue la gran tesis de la candidatura de Eduardo Frei , en la pasada elección.